Desde que tengo memoria, la cocina ha sido mi pasión.

Siempre he disfrutado probar nuevas recetas y pasé la mayor parte de mi tiempo en campamentos de verano para aprender más sobre el mundo culinario. Además, he estado rodeada de dulces toda mi vida gracias al negocio de mis padres, “Minis”.

Hace unos años, comencé a interesarme más en el negocio de mi madre. Durante la pandemia, decidí ayudarla a perfeccionar mi receta favorita de la infancia, lo que me llevó a emprender mi propio camino.

¡Pizca de sal!

Mis padres han tenido una repostería especializada en cheesecakes durante años, suministrando pasteles artesanales a restaurantes y supermercados, especialmente a la cadena nacional de supermercados Bravo.

Nos pidieron agregar un nuevo producto, Mantecaditos, un dulce tradicional dominicano y mi favorito de la infancia. Mi madre probó varias recetas, trayendo cada muestra para que yo las probara, pero ninguna evocaba los recuerdos de mi niñez.

Tras varios intentos y mucha insistencia de mi parte, descubrí que una simple pizca de sal era el ingrediente que faltaba.

Mi receta.

El primer domingo de noviembre de 2020, mi madre y yo hicimos mi versión de la receta. Al día siguiente, mi padre llevó los Mantecaditos a la sede de Bravo, diciendo que era mi receta y que yo los había hecho personalmente, asegurándose de que fueran perfectos.

Antes de que llegara a la empresa, los representantes de Bravo llamaron a mi padre para decirle que los Mantecaditos estaban aprobados. ¡Nos pidieron comenzar la producción lo antes posible y distribuirlos en las 20 tiendas!

felicidad en cada bocado.

Ahora estoy viviendo mi sueño de infancia. Este camino emprendedor proporciona empleos, inspira a jóvenes emprendedores a seguir sus sueños y, lo más importante, trae un poco de felicidad en cada bocado.

¿Quieres que nuestros Mantecaditos invadan tu mesa?

Escríbenos y conviértete en parte de esta dulce historia.

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